Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica de Aranjuez
(Fotografía: la capitana Ana Carrillo con las insignias del Ejército Popular posa para la revista Estampa)
Ana Carrillo Domínguez
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Ana Carrillo Domínguez nació en 1898 en Cortes de la Frontera, un pueblo malagueño de la Serranía de Ronda. No sabemos si tuvo más hermanos o hermanas, pero sí que su padre se llamaba Diego Carrillo, jornalero, y su madre Josefa Domínguez.
Según contaba ella, de jovencita vivió con su familia en Málaga capital, a donde habían emigrado desde el pueblo, y esto escribía Margarita Nelken en la revista Estampa (marzo de 1937) de forma poética y literaria sobre su juventud:
Anita Carrillo fue, primero, una ráfaga del campo andaluz, una de esas niñas que los turistas suelen encontrar “pintorescas” y buenas modelos para sus “kodaks”, y que la realidad de la miseria cotidiana obliga a ganarse el pan, el pobre cacho de pan, como un hombre, a la edad en que las niñas de los países sin tanto pintoresquismo y tanto latifundio van a la escuela y tienen juguetes. Luego fue una mocita pinturera que seguía trabajando como no se debería trabajar, y, muy pronto, a los dieciocho años, una casadita hacendosa, que tenía su pisito de Málaga como los chorros del oro. Luego fue, al igual que su compañero, una militante socialista.
En su expediente penitenciario de 1955 se confirma este dato, manifestándose que Ana Carrillo estuvo afiliada al Partido Socialista, al igual que su esposo José Torrealba, en el que desarrolló una «activísima propaganda, dirigiendo ella la que se refería a las mujeres, interviniendo incluso públicamente en mítines».
No se sabe cuándo se instaló en La Línea (Cádiz), pero Anita se casó con José Torrealba Ordóñez, natural de Faraján (Málaga), y en La Línea ya están domiciliados ambos en el n.º 10 de la calle de La Paz, sin hijos, en julio de 1935.
La primera noticia en la que aparece Anita en la historia con nombre y apellidos fue durante la campaña de las elecciones generales de febrero de 1936, y ya nos habla de su grado de implicación y dedicación dentro del radio comunista de La Línea; no era una simple militante que pintaba con brocha en los muros del barrio linense del Zabal, sino una veterana militante socialista con experiencia y renombre en las vecinas comarcas malagueñas. El lunes 10 de febrero de 1936 intervino Anita Carrillo en un acto electoral en La Línea (Cádiz) para pedir el voto para el Frente Popular o Frente Popular de Izquierdas, como se le denominó en la provincia de Cádiz1. Junto a Anita intervinieron Eugenia Hernández Iribarren (escritora y abogada republicana de Madrid), José Vargas y Ángel María de Lera, del Partido Sindicalista de La Línea.
No tengo constancia documental de ello, pero en el periódico malagueño Vida Nueva correspondiente al 18 de septiembre de 1936 se narraba que Anita Carrillo había participado en mítines y actos de la campaña electoral pidiendo el voto para el Frente Popular en algunos pueblos malagueños.
En esa época del triunfo del Frente Popular todavía no existía formalmente el PCE en La Línea, si bien Anita y José, entre otros, realizaban una actividad frenética para atraer a los elementos obreros y a las mujeres al campo comunista. En esta labor le apoyó, como ahora veremos, el radio comunista de Algeciras, que había formalizado oficialmente su constitución con anterioridad. Y así, el 10 de abril de 1936 este Radio algecireño, ya legal y con capacidad de solicitar a las autoridades la realización de actos políticos, organizó un acto de propaganda comunista en el salón «La Chanca» del popular barrio La Atunara de La Línea. En dicho acto intervinieron los comunistas Ana Carrillo, José Torrealba, Fabián Sandesa Gil, Juan García, Francisco Juliano y Alberto Berbel Vázquez. Todos de La Línea.
Dos días después, el domingo 12 de abril, con ocasión de la celebración de la proclamación de la Segunda República, el Radio Comunista de Algeciras volvió a organizar en el mismo salón de La Chanca otro acto, que estuvo presidido por José Torrealba y al que asistieron unas 150 personas según el policía de vigilancia de turno. Primero intervinieron dos oradores de las Juventudes Comunistas, José Carmona Herrera y Francisco Juliano, y a continuación habló Anita Carrillo en nombre del PCE de La Línea.
Según el informe de dicho acto, que se encuentra en el Archivo Histórico de La Línea, Anita comenzó congratulándose por el triunfo del Frente Popular de Izquierdas, pero manifestó que había que seguir con la revolución «para arrollar con todas las injusticias». Comunicó en dicho acto que aceptaba el cargo de concejala que se le había prometido y que desde él se ponía al servicio de todos los habitantes de La Atunara.
La siguiente aparición pública de Anita, que tengamos constancia, será en la capital gaditana un día tan señalado como el día internacional de la clase obrera.
En Cádiz el 1º de mayo de 1936 se celebró con un paro total desde las doce de esa madrugada en todos los establecimientos de la ciudad, incluidos los Casinos (cosa que ocurrió por vez primera), y solo los coches de los dirigentes políticos que asistían a los mítines y actos interrumpió el clima de total parálisis de la ciudad. Por avería de los aparatos de megafonía, el público asistente se situó en el redondel de la plaza cerca del palco de oradores, y en primer lugar, después de la lectura de unas palabras dirigidas por los obreros de los Astilleros, intervino Anita Carrillo, «comunista de La Línea de la Concepción». El día siguiente aparecía en la edición de la tarde del Diario de Cádiz la primera fotografía de Anita participando en el mitin de la plaza de toros.
El 21 de abril se había inscrito formalmente en el Gobierno Civil en Radio del PCE de La Línea, pero fue el 17 de mayo cuando tuvo lugar el acto de constitución en la sede de la Sociedad de Dependientes de Comercio, interviniendo además de Anita y otro camaradas, el miembro del Comité Central y vecino de El Puerto Daniel Ortega. Ese mismo día ambos habían participado en un mitin en la localidad vecina de San Roque.
El 1 de junio de 1936 mandó Anita Carrillo una carta desde Gaucín (Málaga) al diputado y secretario general del PCE, José Díaz. El tono y el contenido de la carta no dejan lugar a dudas del peso organizativo que jugaba Anita en el partido comunista de la zona, y refleja una cercanía y un nivel de complicidad como solo militantes que se han conocido y tratado con alguna frecuencia podían tener.
Los días 7, 8 y 9 de junio de 1936 se celebraron en el local que la Sociedad de Tabaqueros y Cigarreras de Cádiz tenía en la calle Magistral Cabrera de Cádiz, la III Conferencia Provincial del Partido Comunista de España. Ese creo que constituyó un momento álgido en la trayectoria de Anita Carrillo en el PCE de la provincia gaditana. Asistieron un total de 57 delegados representando a más de 2.000 afiliados de 23 pueblos gaditanos, y Anita fue la única mujer que acudió como delegada. Además, y reflejando su importancia, ella fue la encargada de clausurar la Conferencia de comunistas gaditanos.
El 26 de junio de 1936 se celebró una asamblea extraordinaria del PCE de La Línea, presidida por Anita Carrillo, en el local de la sociedad de Dependientes de comercio. Allí se designaron a una serie de personas como concejales interinos por si la Administración provincial así lo decidía, y entre ellas estaban Anita Carrillo y José Torrealba, además de Amelia Deceno o Manuel Pedrero Sánchez, entre otros.
Anita y José Torrealba vivieron intensamente los sucesos del 18 de julio de 1936 en La Línea, y el 19 de julio, después de quemar en su propia casa toda la documentación comprometedora del PCE, Anita accedió a los ruegos de José para que se refugiara en Gibraltar por ser una persona muy señalada y podía correr un especial peligro. Pero estando en Gibraltar y después de la masacre del día 19 en las inmediaciones del Cuartel Ballesteros, Anita decidió volver a La Línea al llegarle noticias de que a José le podían haber detenido a o peor aún, ejecutado. Se disfrazó de turista inglesa estrafalaria y cruzó la frontera.
Se enteró de que José podía encontrarse huido en las huertas con otros camaradas y allá se fue ella a su encuentro. Se reunió con ellos y estuvieron escondidos más de 20 días esperando la llegada del ejército republicano desde Estepona. Hasta que alguien los delató y con ayuda de Manuel Corral Andrades pudieron huir nuevamente y en una lancha llegar a Gibraltar.
De allí decidieron pasar a zona republicana para luchar contra los fascistas, formando a finales de agosto en Estepona la 15ª Compañía de milicias antifascistas mandada por José Torrealba, que había sido sargento en el ejército español durante la campaña de Marruecos. A mediados de septiembre, José era teniente de milicias y Anita una miliciana más de esa compañía. Y así son retratados en la prensa de Málaga antes de partir al frente de El Chorro.
A finales de octubre de 1936 su compañía se integrará en el recién creado Batallón «México». José mandará la 3ª Compañía como capitán, y Anita Carrillo será la delegada política (o comisario político) de la misma.
Como integrante del Ejército popular de la República Anita también realizó labores de propaganda, destacando su participación el Mitin femenino que se celebró en Málaga el 10 de enero de 1937. Y pocos días antes había sido una de los oradores que intervinieron en el Cementerio de Coín (Málaga) en las honras fúnebres del prestigioso jefe militar muerto en el frente Mario D’Ancona.
A finales de mes, y fruto de la reestructuración de las Unidades militares republicanas, José mandará el Batallón México, y Anita Carrillo ascenderá a capitana de la Compañía de Ametralladoras de la misma, siendo designada como comisario político.
El fatídico día 6 de febrero de 1937, Anita estaba de descanso en Málaga con su unidad y José Torrealba estada herido en el Hospital. Ella fue designada con sus hombres para evacuar y escoltar el convoy de camiones con heridos del Hospital malagueño. En la carretera de Málaga a Almería, en la «desbandá» que se originó ante el avance de las tropas franquistas e italianas, Anita cayó herida y al llegar a Almería fue hospitalizada.
No se sabe si después se integró en la 52 Brigada Mixta o más tarde aún en la 221 Brigada Mixta que comandó su marido José Torrealba, el caso es que Anita Carrillo a finales de junio de 1937 había abandonado el ejército por la política militar republicana de alejar a las mujeres de los frentes de guerra, y junto a la teniente Carmen Cano Falla fue propuesta por el subsecretario del Ministerio de la Guerra para que ambas «pudieran ser empleadas en el nuevo Departamento creado de Información del Estado, o por si tiene a bien disponer sean nombradas Agentes femeninos para los servicios de espionaje».
A partir de este momento desaparece Anita Carrillo de la historia y solo sabré algo más de su vida cuando fue detenida en Tetuán el 29 de agosto de 1954. Por su expediente penitenciario sabremos que Anita estuvo en España (no se sabe haciendo qué) hasta que en 1947 recogió a su marido José, que había salido de la cárcel y padecía las consecuencias de un ictus cerebral que padeció estando en el Penal de Burgos, y ambos huyeron a Tánger.
En agosto de 1954, Anita tiene 56 años de edad, es viuda y trabaja de cocinera en Tánger. Estaba en busca y captura por un sumario de 1939 junto a José Torrealba y otros camaradas y por ese motivo fue ingresada en la prisión de Málaga donde definitivamente sería excarcelada, por haberse acogido a medidas de gracia anteriores, en marzo de 1955. Estando en libertad, el consejo de guerra la condenó a una pena de 6 años y un día de prisión. No se pudieron probar las graves acusaciones que se vertían sobre ella de haber participado en robos, saqueos y asesinatos durante la guerra, ni de ser responsable de dar «el tiro de gracia a las víctimas». La condena solo se basó en que había sido comisario político del batallón México y que llevó galones de capitán durante la contienda. Ese fue su único «delito» de Anita para los militares sublevados.
Anita volvió a fijar su residencia en Tánger en el verano de 1955, desconociendo por el momento la fecha y el lugar de su fallecimiento.
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