LA MUJER EN LA HISTORIA MILITAR

LA MUJER EN LA HISTORIA MILITAR
Damas Legionarias

martes, 26 de febrero de 2019

HILDA KRÜGER, ACTRIZ Y ESPÍA NAZI

Hilda Krüger

Bandera de Deutsches Reich (1939-1945)

Hilde Krüger
Katerina Matilda Krüger, nació en Berlín, Alemania en 1912.  Desde muy niña demostró cualidades histriónicas y por ello su familia la apoyó siempre para que siguiera una carrera en el teatro.
Tomó el nombre de Hilde Krüger cuando hizo sus primeros intentos para trabajar en el cine.  No le costó mucho esfuerzo y muy pronto encontró los medios para acercarse a las empresas cinematográficas y obtuvo algunos papeles irrelevantes como extra y papeles secundarios en "Nur nicht weich werden, Susanne!" filmada en 1934; "Halb und halb" y "Frau Eva wird mondain!", en 1934.  Luego logró un contrato para filmar la película "Sie und die Drei" en 1935.  La película fue exportada a Estados Unidos con el nombre "She and the three" subtitulada en inglés, pero empleando un lenguaje no muy académico que se pueda decir.
Una vez en UFA, las cosas le fueron más fáciles a Hilde, pues el negocio del cine estaba muy ligado al Ministerio de Propaganda, desde donde el Ministro Goebbels ejercía un férreo control sobre la industria y una vigilancia estrecha sobre las artistas.  Hilde, una rubia de 1.75 m de estatura, voluptuosa y de generosas formas no era bonita, pero tenía mucho atractivo personal y resultaba muy apetecible por los hombres.  El Ministro Goebbels, que tenía los suficientes argumentos para convencer a cualquier fémina que le convenía tener buenas relaciones con él, no desaprovechó la oportunidad de apuntar un nombre más en su libretita de conquistas amorosas.
Hilde Krüger
Hilde era una mujer ambiciosa y no escatimaba ningún pequeño sacrificio con tal de obtener lo que ella quería.  Se convirtió en amante ocasional del poderoso Doctor Goebbels y con ello, aseguró su participación en varias otras películas de UFA.  En 1935 filmó "Eine seefahrt, die ist lustig" película que también fue exportada a EEUU donde se presentó con el título "A Merry Sea Trip" igualmente espantosamente subtitulada en inglés.  Luego actuó en "Lärm um Weidemann" y en "Stradivari", filmada ese mismo año y en el que hacía el papel de Irene Kardos.   Al año siguiente filmó "Inkognito", presentada como "Incognito" en Estados Unidos y el film "Das Hermännchen" donde interpretó a Hilde Brandt.  Completó el año 1936 filmando "Rosen und Liebe" haciendo el papel de Frau Gisela.
En el año 1938, filmó una sola película titulada "Frau kommt in die Tropen" interpretando a Marianne Carsten y en el año 1939, no le fue del todo mal pues estuvo en el elenco de dos películas, "Drunter und drüber" y "Rheinische Brautfahrt."
Stradivari
Hilde Krüger se casó con un alemán, que supuestamente tenía algunos antepasados judíos y eso le causó problemas en una época en que ser judío en Alemania era peor que un pecado mortal.  Cierto o no, súbitamente ocurrió un cambio en la vida de Hilde, pues repentinamente abandonó a su marido, se supone que se despidió de su poderoso amante el Dr. Goebbels, y viajó a Londres donde residió algunos meses, hasta antes del estallido de la guerra.  Luego decidió viajar a Estados Unidos para continuar su carrera cinematográfica en Hollywood.   Desembarcó en Nueva York, donde vivió un corto tiempo y luego tomó un tren con destino a Los Angeles.
En enero de 1940, Hilde Krüger se registró en el hotel Beverly Wilshire de Hollywood y permaneció en esa ciudad tratando de conseguir algún papel en alguna película, pero no tuvo mucha suerte.  Hilde sólo hablaba alemán y algo de inglés, pero no lo suficiente como para interpretar un papel en una película.  Sin embargo, todo ese tiempo se las arregló para sobrevivir pagando sus rentas puntualmente.
Muy hábil para las relaciones públicas, Hilde conoció a un industrial alemán de apellido von Gontard que tenía negocios en Saint Louis en el estado de Missouri.  Después de un corto romance con Gontard, Hilde viajó a México, según dijo, para tratar de conseguir la residencia en ese país y divorciarse de su esposo judío y así poder casarse con el industrial alemán de Saint Louis.
Hilde Krüger fue seguida muy de cerca por agentes de la OSS, que investigaban a todos los inmigrantes alemanes, en especial a los industriales y comerciantes y por supuesto a una artista como Hilde quien había tenido relaciones amorosas con el poderoso Doctor Goebbels, entre otros.
Seguida de cerca por la OSS, Hilde llegó a México, donde en corto tiempo se puso en contacto con Friedrich Von Schleebrugge y Georg Nicolaus, dos agentes de la Abwehr que estaban estableciendo una red de espionaje en ese país, con ramificaciones en Estados Unidos y toda América Latina.   La OSS y los servicios de inteligencia británicos tenían bajo vigilancia las actividades de los dos alemanes, que estaban conectados con agentes identificados en Estados Unidos y por supuesto Hilde tenía el perfil adecuado para ser considerada sospechosa de pertenecer a la red de agentes de la Abwehr.
Una vez establecida en México, Hilde comenzó a acercarse a los círculos sociales de la capital, asunto en el cual la hermosa alemana era una experta.  Muy pronto se incorporó a un círculo de personalidades prominentes muy cercanas al poder político.  Hilde regó los rumores que estaba escribiendo un libro sobre "La Malinche", nombre de una mujer indígena regalada a Cortés en 1519, con la cual tendría un hijo y se convertiría en su incondicional y consejera.  Luego Cortés la casó con uno de sus capitanes y desde entonces el término "malinche" es usado como símbolo del indio sojuzgado y traidor que prefiere lo extranjero sin valorar lo propio.
Hilde Krüger
Hilde hizo excursiones a Teotihuacán, conoció a productores de cine prodigando y obteniendo favores que le permitieron filmar algunas películas.   Para entonces cambió su nombre Hilde por el más adecuado y castizo de Hilda.  En 1941, en una de las múltiples fiestas y reuniones sociales, conoció a Ramón Beteta subsecretario de Hacienda y miembro del Consejo del Banco Nacional de México.  Beteta no se pudo resistir a los encantos de la imponente rubia y se hicieron amantes.  Gracias a Beteta, Hilda Krüger comenzó a participar en reuniones sociales de los altos círculos del poder en la capital azteca.
Las relaciones con Beteta no duraron mucho, porque en los trajines sociales, Hilda conoció a un personaje más poderoso, un alto personaje del gobierno corrupto de Ávila Camacho, se trataba nada menos de quien fue jefe de campaña presidencial del mandatario, el ministro Miguel Alemán.
Alemán mudó a Hilda a un lujoso departamento de la Colonia Roma, una aristocrática urbanización de los años 30, que a partir de los años 40, comenzó a deteriorarse, pues sus habitantes originales emigraron a nuevas zonas como Las Lomas de Chapultepec.  Entre los nuevos inquilinos, destacaban judíos ashkenasitas, árabes e inmigrantes del sureste mexicano.  La renta del inmueble la pagaba Alemán y con ese derecho ingresaba a las 11 de la noche y salía a las 4 de la mañana.
Durante ese tiempo Hilda mantuvo sus relaciones con productores de cine que le valieron un contrato para filmar "Casa de mujeres" en 1942, también conocida como "La historia de siete pecadoras".  Posteriormente, hacia fines de la guerra, continuó filmando "Adulterio" en 1943, exportada como "Adultery" subtitulada en inglés, dirigida por José Díaz Morales una obra basada en "El abuelo" de Benito Pérez Galdós.  Luego filmó "Bartolo toca la flauta" ese mismo año y "El que murió de amor", en el papel de la condesa Maria.
Después de la guerra, Hilda logró salir bien librada de las acusaciones que se hicieron en su contra pues no hubo pruebas convincentes para acusarla de espionaje.  En 1958 filmó en Alemania "Eine Rheinfahrt, die ist lustig", dirigida por Alwin Eling.
Después de ese efímero regreso al cine alemán, desapareció de la escena.   Si Hilde Krüger sigue viva, tiene en la actualidad 92 años viviendo con sus recuerdos.

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